Avizoro el mañana

Entré a Música de ascensores para publicar una pavada —¡ah, buen guerrero!— y no pude evitar notar que en todo el año 2009 —van como seis meses, che, no es joda— no había escrito nada aquí. Amén de que tengo la cabeza en otras cosas —creo que, al respecto, todas estas inserciones han de ser bastante elocuentes— y que Fotos de Lily es un blog que nació condenado, esta situación no puede tolerarse más. Así que escribo, agarro y escribo. Aporreo las teclas negras y me rasco la nuca. Miro la pantalla intentando ser hipnotizado. Hago todo eso y doy comienzo a una de esas enumeraciones más o menos poéticas que se me dan bastante bien, pero me descubro y la dejo trunca. Entonces se me ocurre otro ardid: voy a publicar un dibujo que hice el domingo.

Listo. Y podría decir que se trata de mí y todo, si no me hubiera dado fiaca pintar el pelo (y no, rubio no soy). Pero está bien, soy yo. Soy yo. Y estoy mirando el horizonte, en una clara alegoría: contemplo lo que viene, avizoro el mañana. Y mañana será otro día, pero también será mejor. Voy a escribir un montonazo; voy a subir fotos, dibujos, música y figuritas para imprimir, recortar y pegar (¡Fotos de Lily, con todo lo que te piden en el cole!); voy a analizar Casi ángeles y a los Jonas Brothers; en fin: haré cualquier cosa. «Roba pero hace», ése será mi lema.

O no. ¿Quién va a venir a decirme nada?