La descarnada opinión de Anónimo fue un duro golpe que me obligó a abrir los ojos. Frotándomelos aún, noté que el sujeto tenía razón: el template elegido en su momento (¿en qué estaría pensando?) era espantoso.
Con la idea de cambiarlo rebusqué entre las opciones (miserables) que ofrece Blogger. Y, a falta de una mejor, tuve que quedarme con esta plantilla. Quien diga que se parece a la del Jardín de instantes está en lo cierto. Nada más puedo hacer.
Bueno, sí: alojaré mi próximo blog (si sucede alguna vez) en Wordpress. He dicho.
Con la idea de cambiarlo rebusqué entre las opciones (miserables) que ofrece Blogger. Y, a falta de una mejor, tuve que quedarme con esta plantilla. Quien diga que se parece a la del Jardín de instantes está en lo cierto. Nada más puedo hacer.
Bueno, sí: alojaré mi próximo blog (si sucede alguna vez) en Wordpress. He dicho.