5.9.07

Señor, concededme un dolor de ovarios y moveré el mundo

Ella dice que puedo, pero no. Yo no, yo no. El Señor me abandonó.
Quisiera poder acabar con todos los mosquitoarañas de un solo manotazo; uno solo, certero y brutal; apenas uno, preciso y justiciero.
Quisiera escribir los versos más tristes esta noche. O los más sucios. O los más tontos. O los más mierda. A cambio escribo esto, que ni siquiera está en verso. Pero eso sí, eh: concededme un dolor de ovarios y conquistaré el universo.
Dadme un tirón de orejas y cumpliré años. Dadme pan, dadme sal para hincarme de rodillas. Dadme magia, dadme especias, dadme enhebro, cilantro y cardamomo. Dadme un dolor de ovarios y borraré la vida de la faz de la Tierra.
Pedid lo que queráis, que será otorgado. Lo que nunca será es la renuncia. Jamás el abandono. La queja de una nación, el clamor de un pueblo oprimido, el triste llanto de niños y perros: música para mis oídos. Por ti me cortaría un brazo. Por ti me cortaría la oreja izquierda, pero sólo si oyes mi plegaria. Otorgadme un dolor de ovarios y el Cielo será en la Tierra.

2 comentarios:

gerund dijo...

dolor de ovarios no sé, pero seguro tenésmuchos problemas. o no tenés salú mental. o lo que sea.

^^

Anónimo dijo...

Tremendo cólico qu ete halabas aquel día, aunue me encanta tu estilo...