25.9.06

Todo lo que no soy

Ustedes no tienen por qué saberlo, pero les confieso que la gracia (para mí, claro) de este blog es que, a diferencia del otro, aquí no rige ningún estándar mínimo de calidad.
La idea es publicar seguido, lo más seguido posible, aunque los textos estén truncos, sean brutos o carezcan de desarrollo. (Esas cosas, dicho sea de paso, son las que se me dan más fácilmente.) Por eso estoy aquí de vuelta, subiendo algo antes de que me atrape la tarde.
Como lo último gustó, los dejaré leer la letra (con acordes y todo, ¿eh?) de una canción que escribí hace un montón de tiempo. Hoy resulta tonta y fresca, pero sigue viva. Sigue siendo mía.



TODO LO QUE NO SOY
Letra y música: Juan, tarde del viernes 14 de diciembre de 2001


G D C Am
Si pudiera ser una mujer sería tu mujer
G D C Am
Y si fuera un pez viviría en el Jardín Japonés
G D C Am G Em A
Y si fuera un gato dormiría en el Botánico


Y si fuera un juez me declararía inocente
Y si fuera inglés invitaría a mi casa a Robert Smith
Y si fuera Dios me acostaría a descansar


A Em A Em
Pero no podría ser yo


Si fuera perfecto no usaría desodorante
Si fuera un marqués escribiría libros perversos
Si fuera escritor sería Hemingway (y ella Anaïs)


Si pudiera ser invisible me escondería igual
Y si fuera un jugador sería el número 5
Y si fuera un ave volaría sobre Ituzaingó


Pero no podría ser yo


Si fuera otro tal vez mi chica me quisiera hablar
Si fuera el mar en los caracoles dormiría
Si fuera francés saludaría a todos au revoir

19.9.06

Todos los que soy

En el inicio de los tiempos estuvo mi timidez. Después fui: dibujante, escritor, hippie, beatnik, hinduista, adolescente, poeta, dandy, bon vivant, bebedor, músico, existencialista, cinéfilo, descreído... y la nómina sigue.
Hoy soy todo eso. Y a veces no soy nada.

16.9.06

Baudelaire

Pensaba escribir algo acerca de Baudelaire; quería hablar sobre mi deseo adolescente de ser un poeta maldito y me deleitaba la idea de dejar caer por aquí y allá máximas de don Charles como "descontento de todos y descontento de mí", o "la verdadera realidad no está más que en los sueños", o cualquier otra; me gustaba la posibilidad de contar los esfuerzos del general Jacques Aupick para enderezar a su hijastro descarriado, ése que a los 22 años, sifilítico y torturado, escribió Las flores del mal, -"libro monstruoso", según Le Figaro, que terminaría conduciéndolo a la ruina moral y las botellas de láudano-, ése que se embriagaba y vivía con su musa negra. Pero no puedo. Este sábado es tan sábado -y yo tan poco Baudelaire- que no me queda otra que resignarme y salir a patear el sol en las veredas.

Una carroña

Une charogne

Rappelez-vous l'objet que nous vîmes, mon âme,
Ce beau matin d'été si doux:
Au détour d'un sentier une charogne infâme
Sur un lit semé de cailloux,

Les jambes en l'air, comme une femme lubrique,
Brûlante et suant les poisons,
Ouvrait d'une façon nonchalante et cynique
Son ventre plein d'exhalaisons.

Le soleil rayonnait sur cette pourriture,
Comme afin de la cuire à point,
Et de rendre au centuple à la grande Nature
Tout ce qu'ensemble elle avait joint;

Et le ciel regardait la carcasse superbe
Comme une fleur s'épanouir.
La puanteur était si forte, que sur l'herbe
Vous crûtes vous évanouir.

Les mouches bourdonnaient sur ce ventre putride,
D'où sortaient de noirs bataillons
De larves, qui coulaient comme un épais liquide
Le long de ces vivants haillons.

Tout cela descendait, montait comme une vague,
Ou s'élançait en pétillant;
On eût dit que le corps, enflé d'un souffle vague,
Vivait en se multipliant.

Et ce monde rendait une étrange musique,
Comme l'eau courante et le vent,
Ou le grain qu'un vanneur d'un mouvement rhythmique
Agite et tourne dans son van.

Les formes s'affaçaient et n'étaient plus qu'un rêve,
Une ébauche lente à venir,
Sur la toile oubliée, et que l'artiste achève
Seulement par le souvenir.

Derrière les rochers une chienne inquiète
Nous regardait d'un oeil fâché,
Épiant le moment de reprendre au squelette
Le morceau qu'elle avait lâché.

- Et pourtant vous serez semblable à cette ordure,
A cette horrible infection,
Étoile de mes yeux, soleil de ma nature,
Vous, mon ange et ma passion!

Oui! telle vous serez, ô la reine des grâces,
Après les derniers sacrements,
Quand vous irez, sous l'herbe et les floraisons grasses,
Moisir parmi les ossements.

Alors, ô ma beauté! dites à la vermine
Qui vous mangera de baisers,
Que j'ai gardé la forme et l'essence divine
De mes amours décomposés!



Charles Baudelaire
Les Fleurs du Mal, 1857

14.9.06

De mi libreta de apuntes I

El Coto está por cerrar y yo escribo mientras espero en la puerta.
La vereda del supermercado resulta, evidentemente, más acogedora que el interior y yo, cargado de cosas como estoy, elijo esperar a A. sentado contra la pared. Un policía me mira de reojo y puedo comprenderlo: estamos en Recoleta. El Coto de la calle Junín no tiene nada en común con el que conocemos, sobre Perón. En este no hay gente abordándote en la vereda para que le compres comida ni chicos juntando cajas de cartón. Acá no hay nadie, además del policía y yo, y del supermercado salen Mirthas Legrand y alguna que otra chica de botas rosas.
Yo sólo quiero irme a casa, sacarme las zapatillas y recalentar algo de la carne de ayer. Y algunas papas.

13.9.06

Observación intrascendente

Queda medio mal eso de "(...) a quemarropa. Quemadas (...)". No es una cuestión de redundancias, aunque por ahí anda.
No sé qué hacer. Sufro como una Magdalena.

Ya veremos...

...qué pasa con esto. Tal vez el blog, este blog, sirva para algo.
Ojalá que no.